
Ritual Chronologiste Noir Régénérant Kérastase en MannuelDesign
El Tratamiento Spa antiedad que me devolvió el pelo y la calma
No sé en qué momento mi pelo empezó a rendirse. De repente, las puntas estaban secas, el brillo había desaparecido y el cuero cabelludo me picaba sin razón. Había probado mascarillas, aceites e incluso suplementos, pero nada conseguía que mi melena volviera a tener ese aspecto sano de antes. Lo peor no era solo cómo se veía, sino cómo se sentía: apagado, sin vida.
Un día, buscando soluciones, vi una publicación sobre el Ritual Chronologiste Noir Régénérant de Kérastase, el del famoso cofre negro. Lo describían como un head spa antiedad para cuero cabelludo y melena, y también leí que en Peluquería MannuelDesign (Moratalaz, Madrid) lo realizaban como una experiencia completa y muy personalizada. Me sonaba casi exagerado, pero decidí probar. Y qué decisión tan buena.
¿Qué es el Ritual Chronologiste Noir Régénérant? (según me explicaron en el salón)
Antes de empezar, en MannuelDesign me explicaron que el Ritual Chronologiste Noir Régénérant es el tratamiento antiedad de Kérastase para cuero cabelludo y fibra capilar. Trabaja con activos como el ácido hialurónico, la vitamina E, el Abyssine y las Perles Concentré de Vitalité, pensados para aportar hidratación, brillo, suavidad y confort al cuero cabelludo. En resumen: un tratamiento para que el cabello parezca menos castigado por el tiempo, las coloraciones y el estrés del día a día.
La experiencia paso a paso en MannuelDesign

La bienvenida: diagnóstico que por fin escucha a tu melena
Nada más entrar en el salón MannuelDesign sentí que no iba a ser el típico lavado rápido y mascarilla. Me recibieron con calma, me ofrecieron algo para beber y, antes de tocarme el pelo, me hicieron un diagnóstico completo y personalizado.
Me preguntaron si notaba el cuero cabelludo tirante, si tenía encrespamiento, si el color se apagaba rápido, si usaba planchas o secador a menudo y si había notado cambios en la densidad. Analizaron cuero cabelludo, medios y puntas, y me explicaron qué podían conseguir de forma realista con el Ritual Chronologiste Noir Régénérant. Además, me presentaron el cofre Chronologiste con todo lo que iban a utilizar (Masque Noir, Perles Concentré de Vitalité, cuchara dorada, peine de piedra y herramienta de masaje) y cómo adaptarían el protocolo a mi melena. Por primera vez sentí que alguien estaba escuchando mi pelo, no solo mirándolo por encima.
La mezcla negra que huele a lujo
Prepararon la mascarilla frente a mí, mezclando el Masque Noir Régénérant con las Perles Concentré de Vitalité hasta conseguir una crema densa y brillante. Me explicaron que ajustan las proporciones según la densidad, el grosor y la porosidad del cabello para que el tratamiento sea realmente a medida y el efecto antiedad se note más.
A medida que emulsionaban, el aroma empezó a llenar el ambiente. No era el típico olor a producto fuerte ni dulzón. Olía a algo elegante, limpio, sofisticado, a “producto caro” pero sin empalagar. Es de esos olores que te hacen cerrar los ojos un segundo y pensar: esto ya pinta muy bien.

Limpieza y lavado: modo spa activado
Antes del champú, como tengo el cuero cabelludo sensible, me aplicaron una exfoliación suave del cuero cabelludo con movimientos circulares. No picaba ni molestaba; era una sensación de limpieza profunda pero respetuosa. Me explicaron que este paso ayuda a retirar residuos, equilibrar la raíz, activar la microcirculación y preparar la zona para que todo lo que viene después penetre mejor. Cuando terminaron, sentí literalmente que la raíz respiraba.
Usaron el Bain Régénérant Chronologiste, primero para limpiar y después en un segundo lavado con masaje de bienestar. Ajustaron la temperatura del agua a mi gusto y trabajaron con movimientos lentos y rítmicos. Entre el masaje, el sonido del agua y el aroma del producto, pensé: “esto no es una peluquería, es un spa para la cabeza”.
Terminé esa parte con la sensación de tener el cuero cabelludo limpio, cómodo y preparado para el tratamiento, sin tirantez ni picores, y con el cabello ligero y listo para recibir la mezcla negra.
Aplicación, acupresión, vapor y toalla caliente: el momento que no quieres que termine
Con el cabello húmedo, empezaron a aplicar la mezcla negra Chronologiste sección por sección, de raíz a puntas, insistiendo en las zonas más castigadas. No fue “poner producto y ya está”: trabajaban cada mechón y, a la vez, masajeaban el cuero cabelludo para potenciar el efecto antiedad. Utilizaron un peine de piedra desde las puntas hacia arriba para repartir bien el producto y desenredar sin tirones, incluso en la nuca, que normalmente siempre la tengo hecha un nudo. Dejaron la mezcla actuando el tiempo óptimo según mi diagnóstico, sin prisas.

Después vino lo mejor: el masaje con acupresión. Primero utilizaron una herramienta específica y, luego, las manos para presionar puntos clave como sienes, nuca, coronilla y detrás de las orejas. Notaba cómo se iba soltando la tensión acumulada en el cuello y en la cabeza, como si de repente todo el peso del día se aflojara. La intensidad la adaptaron a lo que a mí me resultaba agradable, así que en todo momento fue relajante.

Para potenciar todavía más el tratamiento, añadieron vapor suave o nebulización controlada sobre el cabello. Me explicaron que así se abre la cutícula de forma controlada, sin agredir la fibra, y se potencia la penetración de la mascarilla. El calor era envolvente y muy cómodo, nada agobiante ni sensación de “sauna”.
Mientras el producto seguía actuando, completaron la experiencia con un masaje craneal y cervical: pases largos, presiones rítmicas y maniobras suaves que ayudaban a soltar cuello, hombros y zona alta de la espalda. Para rematar, colocaron una toalla caliente en el cuello. El conjunto de acupresión, vapor, masaje y toalla fue un momento de calma absoluta. Si hubiera podido parar el tiempo, lo habría hecho ahí.
El resultado en el espejo: “no puede ser mi pelo”
Después de dejar actuar la mezcla el tiempo necesario, aclararon con agua templada, sin prisas. Aplicaron un sérum en el cuero cabelludo y un protector térmico en medios y puntas. Mientras secaban, yo me miraba de reojo en el espejo.
Cuando terminaron y vi bien el resultado, tuve ese pensamiento que luego he oído repetir a otras clientas: “no puede ser mi pelo”.
Tenía un brillo limpio, nada graso, de esos que se ven desde lejos. Las puntas parecían más selladas, el encrespado había desaparecido y el pelo tenía cuerpo, pero sin sensación de rigidez. Al tocarlo se notaba denso, hidratado y ligero a la vez. Lo movía y tenía caída, movimiento y ese aspecto de melena cuidada que llevaba tiempo echando de menos.
Y lo más importante para mí: el cuero cabelludo. Salí de MannuelDesign con una sensación de frescor y comodidad, sin tirantez, sin rojeces y sin picores.
Resultados del Ritual Chronologiste: lo que noté ese día y los siguientes
El día después: sin plancha, sin esfuerzo
Lo realmente revelador fue al día siguiente. Me levanté, me solté el pelo, pasé los dedos y seguía igual de suave, con forma y con brillo. No necesité plancha.
Fue en ese momento cuando pensé: esto no ha sido solo un secado bonito, el tratamiento realmente ha hecho algo dentro del cabello y en el cuero cabelludo.
En el salón me explicaron que los resultados del Ritual Chronologiste Noir Régénérant están medidos: hasta un 66 % más de hidratación instantánea de la fibra, 96 horas de control del encrespamiento y un 38 % más de brillo. Después de vivirlo en mi propio pelo, no me cuesta nada creerlo.

Mantenimiento en casa con la gama Chronologiste
Para prolongar los resultados del Ritual Chronologiste Noir Régénérant, en MannuelDesign me recomendaron una rutina sencilla con la gama Chronologiste, sin complicarme la vida ni llenar la ducha de productos innecesarios.
Bain Régénérant
El champú antiedad que limpia con suavidad y mantiene el cuero cabelludo confortable. Lo uso cada vez que me lavo el pelo para no perder esa sensación de raíz limpia pero respetada.
Masque Intense Régénérant
La mascarilla que deja el pelo nutrido, suave y brillante. La aplico de medios a puntas, dejo actuar unos minutos y aclaro bien. Ayuda a que el pelo mantenga la suavidad y el brillo del ritual de salón.
Thermique Régénérant
Un protector térmico para antes del secador o la plancha, que ayuda a controlar el encrespado y a pulir la fibra. Desde que lo uso, noto el cabello más protegido y con mejor acabado cuando lo trabajo con calor.
Sérum Universel
Mi gesto favorito de la rutina. Lo utilizo sobre todo por la noche: hidrata, aporta brillo y deja el cuero cabelludo muy cómodo. Me levanto con la melena más disciplinada, como si hubiera dormido mejor de lo que realmente he dormido.
L’Huile de Parfum Chronologiste
El toque de lujo final. Aplico una o dos gotas en medios y puntas cuando quiero un extra de brillo “espejo” y ese aroma elegante del ritual en el cabello. No engrasa, no apelmaza y deja la melena con ese acabado de peluquería incluso en los días normales.
Todo es muy fácil de integrar en el día a día, sin necesidad de mil pasos ni fórmulas complicadas.
Conclusión: ¿repetiría el Ritual Chronologiste Noir Régénérant?
Salí de la Peluquería MannuelDesign con el cabello renovado, brillante y con más cuerpo, pero, sobre todo, con la sensación de haberle quitado años a mi melena. A nivel emocional, fue como reconciliarme con mi pelo: dejar de verlo como un problema y volver a verlo como una parte de mí de la que puedo sentirme orgullosa.
Si tuviera que resumirlo en una frase, diría que el Ritual Chronologiste Noir Régénérant es un spa para la cabeza que devuelve la vida al pelo y la calma a la mente.
Si vives en Madrid y sientes que tu melena está pidiendo ayuda, te recomiendo que te acerques a MannuelDesign, en Hacienda de Pavones 124 (Moratalaz). No es un tratamiento barato, pero merece cada euro. Es de esas experiencias que notas desde el primer día y que te recuerdan que tu pelo también puede sentirse de lujo.
